jueves, 25 de marzo de 2010

Heridas

Procura no tocarme demasiado.
La herida no ha cerrado aún.

Ya te advertí que podría suceder.
Es cierto, no obstante,
que ya no me duele como antes.

Pero basta una palabra tuya
con forma de nostalgia
y redondeces de recuerdos
como para que empiece a escocer.

Te contaré, viejo amigo,
que en este tiempo de curas y vendajes
tuve la sensación alguna vez
de morir ahogada en fiebre.

Tomé varios tipos de antibióticos
probé hierbas de toda clase
e incluso me inyecté alguna droga
cuando ya no podía con tanta pena.

Pero ya ves, aún no termina de cicatrizar
y el invierno ya ha pasado.

Así que no me abraces
no me digas que me extrañaste
y mucho menos que aún me deseas

En el intento de acercarte
podrías abrirme la herida
y terminaría sangrando
y manchando el suelo que pisas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario