sábado, 13 de marzo de 2010


Al llegar,

colgaré en el perchero mis cosas del día.
las tristezas, las risas, los desencuentros
la incertidumbre, la nostalgia, el grito.

Dejaré ahí, colgado uno a uno
los cachivaches de mi atuendo,
y avanzaré desnuda por el pasillo.

Me asomaré despacio
por el quicio de la puerta
y descubriré que aún no has llegado,
que aún debo esperarte

Y me abrigaré de tus palabras,
de los versos que escribiste,
del perfume que dejó tu voz en mi memoria.


Y esperaré
en un insomnio de impaciencia.

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