
Al llegar,
colgaré en el perchero mis cosas del día.
las tristezas, las risas, los desencuentros
la incertidumbre, la nostalgia, el grito.
Dejaré ahí, colgado uno a uno
los cachivaches de mi atuendo,
y avanzaré desnuda por el pasillo.
Me asomaré despacio
por el quicio de la puerta
y descubriré que aún no has llegado,
que aún debo esperarte
Y me abrigaré de tus palabras,
de los versos que escribiste,
del perfume que dejó tu voz en mi memoria.
Y esperaré
en un insomnio de impaciencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario